El 20 de febrero de 1533, llegó a La Española, procedente de Puerto Rico, el español Francisco de Barrionuevo, designado por la corona española con el título de Capitán General de la Guerra del Bahoruco.
Esta guerra se libraba entre taínos, liderados por el cacique Enriquillo y españoles desde 1519, luego que Enriquillo se sublevara en las montañas de Bahoruco, ubicadas en el cacicazgo de Jaragua.
A esta rebelión se habían sumado el cacique Tamayo y otros caciques, haciendo que esta se extendiera desde el Bahoruco hasta Santiago, las Minas del Cibao y las Minas de San Cristóbal y otras zonas.
Frente a tantas hostilidades, las fuerzas españolas habían venido sufriendo una derrota tras otra y viendo como cada vez crecían en cuanto a número y espacio dichas rebeliones.
La llegada de Francisco de Barrionuevo constituyó un respiro para los españoles, tras este lograr la firma de un tratado de paz con el Cacique Enriquillo, que puso fin a la rebelión.